Cualquier cosa puede esperar con todo lo que hay que ver en Burgos, no te puedes perder un segundo más en visitarlo y aquí te explicaré porqué.
Monasterio de la Huelgas Reales

Los monasterios son menos comunes turísticamente en comparación con las diversas catedrales, sin embargo, no por eso hay que desmerecerlo, pues en cuanto al Monasterio de las Huelgas Reales, se construyó en los siglos XII-XIII por orden de Alfonso VIII y su esposa Leonor Plantagenet (hermana del famoso Ricardo Corazón de León) para la orden cisterciense, y fue panteón real y lugar de retiro espiritual de las damas de la nobleza de la época. La abadesa era un miembro de la Casa Real.
Lo que muchos desconocen es que en verdad fueron muchos los privilegios que obtuvo este monasterio llegando incluso a depender directamente del Papa, de tal forma que la abadesa estaba por encima del propio obispo de Burgos.
Se divide en tres partes el recinto; La iglesia, el monasterio y la zona de clausura. Declarado Monumento Histórico-Artístico que arquitectónicamente responde al arte románico, pero con fuertes influencias mudéjares. Se pueden contemplar varios sepulcros reales con esculturas talladas en mármol realmente bellas y siempre es más recomendable contratar la visita guiada, que dura aproximadamente 1 hora. En ella te contarán más detalles de la historia y riqueza arquitectónica que alberga entre sus muros.
Catedral de Burgos

Salta a la vista que este lugar es merecidamente afamada por su historia y antigüedad. La arquitectura de las catedrales es uno de los puntos más fuertes en el mundo turístico europeo y es que los estilos góticos, barrocos que aún perduran en las estructuras dejan de una pieza a más de uno, justo el efecto que, este como una de las mejores paradas de Burgos, genera en todos los visitantes que se impresionan con su fachada e importancia tanto religiosa como cultural.
La catedral resalta con su impresionante fachada, pero hay mucho más que ver en este impresionante recinto declarado Patrimonio de la Humanidad es uno de los mejores exponentes del arte gótico en Europa. Su construcción comenzó en 1221, siguiendo patrones góticos franceses, aunque en siglos posteriores sufrió algunas modificaciones. En la catedral se conservan obras de artistas extraordinarios, destacando el cimborrio de Juan de Colonia, el retablo de Gil de Siloé y la renacentista escalera dorada de Diego de Siloé.
Museo de la Evolución Humana

Hablando de la vieja escuela, este museo lleva la historia y el pasado a otro nivel de manera que a pesar de basarse en sucesos muy antiguos se muestro de manera total e increíblemente innovadora mezclando el ayer con el hoy de la manera más impresionante que hay, este museo definitivamente resalta entre lo que hay que ver en Burgos.
Para profundizar, el Museo de la evolución humana (MEH) está situado en el Paseo de la Sierra de Atapuerca, junto al río Arlanzón, en una zona de recreo y esparcimiento para los burgaleses. Destaca con su diseño creado por el arquitecto Juan Navarro Baldeweg, siendo uno de los museos más visitados en Castilla y León. El museo se desarrolla en un edificio de amplias dimensiones, de planta rectangular, recubierto en su mayor parte de cristal.
El MEH además alberga los restos arqueológicos procedentes de los yacimientos de la Sierra de Atapuerca, constituyendo un referente internacional en relación con el proceso evolutivo del hombre, que a día de hoy sigue siendo un gran enigma por descifrar.
El Castillo y las Murallas de Burgos

Volviendo a lo medieval, nadie puede entrar a Burgos sin pasar obligatoriamente por el Castillo de Burgos que está en el cerro de San Miguel elevado 75 m sobre el nivel de la ciudad. Levantado por el conde Diego Rodríguez Porcelos en el año 884, en los tiempos de la Reconquista.
El castillo fue edificado en el mismo emplazamiento en el que existieron dos torres defensivas, siempre con un destacado diseño dejando en alto a Burgos. A lo largo de la historia sirvió de prisión de personajes ilustres como los reyes García de Galicia y Alfonso VI de León. También jugó el papel de fábrica de pólvora y más tarde, las tropas napoleónicas lo hicieron estallar por los aires, hoy en día, se trata solo de un Centro de Interpretación del Castillo de Burgos y un parque de recreo con calles dedicadas a poetas ilustres de la ciudad.
Un aporte muy interesante. Muchas gracias por la ilustración. Reciba un cordial saludo.